Sin duda, la afasia de Broca es de las más conocidas. El estudio de las afasias comenzó a estudiarse en el año 1861 por Paul Broca (1924-1980), aunque él las denominó afemia. El término afasia no fue introducido hasta 1884 por Armand Trousseau (1801-1867). Pero, ¿qué es una afasia? Se trata de un estado patológico en el que se ve alterado el lenguaje a consecuencia de una lesión cerebral.
Existen diferentes tipos: afasia de Broca, de Wernicke, de conduccción, global, etc. Cada una de ellas con diferentes características aunque con un elemento en común, la alteración del lenguaje. A lo largo de este artículo se profundizará en la Afasia de Broca.
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Las causas más frecuentes son los ictus en la zona de la arteria cerebral media izquierda. Se trata de una arteria que irriga las las áreas del lenguaje, así pues, cuando ésta se ve afectada, repercute directamente sobre el lenguaje. Otras causas también pueden ser los tumores cerebrales, infecciones, intervenciones quirúrgicas o daño cererbral traumático.
Las lesiones limitadas al área de Broca (áreas 44 y 45 de Brodmann) no bastan para producir la afasia en sí. En este caso se observa leves defectos en la agilidad de articulación, cierto "acento extranjero" y una reducción de la habilidad para encontrar palabras. La hemiparesia y la apraxia suelen ser mínimas. Se trata de una forma restringida de afasia de Broca que se denomina tipo I, menor o Afasia del Área de Bronca.
"El lenguaje es el vestido de los pensamientos". -Samuel Johnson-
La afasia de Broca en su forma extensa se observa si el daño se extiende a la región opercular, la ínsulta anterior, la circunvolución precentral y la sustancia blanca paraventricular y periventricular. Se denomina extendida o tipo II.
Se aprecia falta de fluidez. Su comunicación se basa en el uso de palabras sueltas y frases cortas producidas con lentitud, dificultad y un gran esfuerzo. Se observan parafasias fonológicas a causa de los errores en la selección de fonemas. Las omisiones y las simplificaciones de los grupos de consonantes también suelen aparecer con frecuencia (González y González, 2012).
También suele apreciarse disartria, esto es, problemas en la ejecución motora del habla, por lo que todo lo anterior puede verse empeorado. La expresión agramatical es otro de los síntomas de la afasia de Broca. Esto provoca la aparición de agramatismo, que se define como "la dificultad del paciente para utilizar construcciones correctas desde el punto de vista morfosintáctico (Arnedo, Bembibre y Triviño, 2012)".
"Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente". -Ludwig Wittgenstein-
Tampoco suele darse el uso de términos funcionales como "un", "él", "algunos"… Así como tampoco suelen apreciarse marcadores gramaticales ni auxiliares. Se aprecia frustración e impotencia por parte de estos pacientes que intentan hablar pero les resulta muy costoso poderse expresar con normalidad.
La anomia también es otra característica de los pacientes con afasia de Broca, de hecho, es uno de los síntomas primarios. La anomia se refiere a la dificultad para encontrar la palabra correcta a partir de la alteración que se produce en la capacidad para seleccionar los programas específicos de cada palabra individual.
La denominación suele ser pobre, aunque suele verse mejorada si se apoya al paciente con ayudas contextuales y fonéticas.
La lectura en este tipo de pacientes es lenta, entrecortada y se realiza con gran dificultad. La lectura en voz alta está bastante alterada y la compresión es similar a la oral.
La escritura está alterada. Se producen errores ortográficos tales como omisiones y sustituciones de grafías. Se muestra agrafia motora y afásica.
La alteración de la comprensión se atribuye a un déficit en el procesamiento sintáctico. En las frases pasivas reversibles también se observa dificultad de comprensión. Arnedo, Bembibre y Triviño (2012) destacan que "la agramaticalidad en la producción que acompaña a la afasia de Broca parece alterar la capacidad de los pacientes para utilizar, a su vez, dicha información gramatical en la comprensión, como la acción de ordenador una serie de palabras para decodificar el significado de la frase".
Un ejemplo de evaluación neuropsicológica de la afasia de Broca puede ser el siguiente (Arnedo, Bembibre y Triviño, 2012):
A medida que el cerebro se recupera se produce una restauración rápida, lo que se conoce como recuperación espontánea. Esta recuperación se explica por dos causas: la plasticidad cerebral la reparación del tejido dañado. Basso (2003) propone que esta fase puede durar entre uno y seis meses.
Las afasias traumáticas muestran un pronóstico mejor que las vasculares por varios motivos:
Según Martinell (2011), el tratamiento de un paciente con afasia es un conjunto integrado de intervenciones que se dirigen a:
Junqué y su equipo (2004) proponen que la intervención en pacientes con este tipo de afasia deberían ser los siguientes objetivos:
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